Un dato curioso sobre los perros es su increíble capacidad olfativa. Sus narices albergan alrededor de 300 millones de receptores de olor, en comparación con los escasos 5 millones de los humanos. Esto significa que los perros pueden detectar olores imperceptibles para nosotros, como enfermedades, drogas o incluso cambios emocionales. Además, algunos perros de búsqueda y rescate son entrenados para localizar personas atrapadas bajo toneladas de escombros o en vastos terrenos. Esta habilidad los convierte en valiosos aliados en situaciones críticas y destaca la asombrosa capacidad de los caninos para percibir el mundo a través del olfato.